Si con un asunto menor en lo económico como lo de este APERITIVO IMPOPULAR, aunque sustancial en lo que respecta a una evidente falta de ética municipal en cuanto al uso y abuso de las arcas públicas, ya se aprecia una reprobable actitud, nos preguntamos ¿que no harán los señores y señoras del equipo de gobierno municipal con cuestiones de mayor enjundia económica y política? Este Ayuntamiento de El Escorial está valorado entre los últimos de España en los portales de transparencia cuando hablamos de proyectos, obras, licitaciones, información ciudadana, etc.

Si hay un principio que debiera estar grabado en el frontispicio de todo gobierno de la Administración es el de la eficiencia en la gestión del dinero público. Los recursos de los que se dota cualquier administración son finitos y proceden de los bolsillos de sus contribuyentes, por lo que la primera norma a cumplir es la de devolvérselos en forma de unos servicios adecuados en tiempo y forma. Esto es precisamente lo que se está poniendo en duda en este caso. El problema es que en este campo en El Escorial llueve sobre mojado.

El concepto de patrimonio público es consustancial al nacimiento del estado moderno y entronca con la proclamación de la soberanía popular. En el pasado, el monarca o el señor feudal eran titulares de los bienes y los administraban como propios, sin rendir cuentas a nadie. Las revoluciones liberales implicaron la incorporación de esos bienes al común y su administración por el Estado, ya no en nombre de la corona o el señorío, sino en nombre del pueblo.

Uno de esos principios nucleares de este giro histórico es que el manejo del patrimonio público se halla estrictamente sometido a la ley. Para robustecer ese mandato, las democracias contemporáneas, sin excepción, han incorporado a sus ordenamientos penales delitos y sanciones derivados de la vulneración de ese principio fundamental. Sin embargo, lo más importante es conseguir la institucionalización de las normas mediante su interiorización en la “CONCIENCIA SOCIAL” de los ciudadanos. Esto último, precisamente, es lo que pretende ANCLA al denunciar estos lamentables y vergonzosos hechos.
Cualquiera que haya sido el propósito de este sectario APERITIVO IMPOPULAR, podría ir calando peligrosamente la idea, entre los vecinos, de que gobernar en mayoría absoluta permite hacer lo que a uno le viene en gana. Esto nos deslizaría hacia el debilitamiento de esa conciencia social, y a abandonar el PRINCIPIO DE INTEGRIDAD que debería caracterizar a las democracias: la aspiración cívica de algunos para gobernar, mas gobernando bien y para tod@s.
Por último, recordamos que nos queda sufrir a este equipo de gobierno del PP un año y medio más, durante final de 2025 y 2026. Pero, garantizamos, que cuando ANCLA llegue en 2027 al gobierno del Ayuntamiento de El Escorial, hechos como este no se volverán a repetir. Los cambios grandes empiezan por cosas pequeñas.
Nota.- Nos consta que hacer público estos hechos desde nuestra web ha traspasado la fina piel de algún concejal o concejala, y lejos de avergonzar a sus protagonistas, les ha hecho lanzarse a la recriminación personal en las redes y en la calle hacia nosotros.
¡¡ Bienvenid@s, la oposición renace y está viva… y se llama ANCLA Los Arroyos !!









2 respuestas a “Editorial ANCLA: 17/08/2025”
Me alegra volver a tener ESPERANZA en algún grupo político. Y poder confiar en que se van a preocupar por mejorar la calidad de vida en nuestro municipio.
Seguid actuando así. Mostradnos las cosas tal como son, aunque sean escabrosas, como este caso del ágape dado. Lo importante es saber la verdad.
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A lo que nos tienen acostumbrados estos dirigentes es a hacer de su capa un sayo, pero no queremos acostumbrarnos por más tiempo y menos que no nos dejen opinar sobre lo que hacen o dicen. Los tiempos vienen cambiando y nosotros lo haremos posible
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